El convenio se firmó entre las dos entidades con el objetivo de formalizar la labor de los artesanos del Rio Negro.
Durante años, 24 personas se han dedicado a cuidar la fauna, flora y la fuente hídrica de este lugar, pero han sido señalados por la comunidad e inclusive por entidades de una manera negativa. Con este convenio logran mostrar el papel fundamental que han llevado a cabo este grupo de personas reconociendo esta actividad como un trabajo digno.
Este convenio permite la visibilización de los artesanos del río, reconociendo esta actividad como una labor positiva, por eso, se concedieron los permisos requeridos para la extracción de la arena en el Río Negro.
Este convenio permitió la transformación en la vida de estos artesanos del Rio negro, donde dejan de ser denominados areneros para apropiarse de este nuevo concepto que define su labor.